Federico Gonzáles
Suárez escribe en su historia del Ecuador: "Con el apellido de
Quillasingas designaban los incas a todas las tribus que moraban en la
provincia que actualmente llamamos nosotros del Carchi. Huayna-Cápac llegó
hasta el Angasmayo y no pasó de allí; sin embargo, el nombre de Quillasingas
fue el calificativo general con que los incas designaron a todas las tribus
indígenas que vivían desde el Chota hasta el valle de Atris, donde después se
fundó la ciudad de Pasto".
La palabra Quillasinga es quichua y designa a quienes llevan como adorno una luna de metal en la nariz. Esta costumbre la tenía los varones de estas antiguas tribus. El nombre de PASTOS, dice el mismo historiador, es castellano y fue puesto por loa conquistadores a quienes habitaron esta provincia "cuyos campos extensos y cuyos prados vestidos de hierba fresca reconocidos como muy a propósito para la industria de la ganadería, y, por eso la llamaron provincia de los Pastos". Según estudios antropológicos, los carchenses provienen de cuatro civilizaciones o culturas: La de los Cayapas de Esmeraldas; la de los Pastos y Quillasingas procedentes del norte y la de los Caribes de la Amazonía. Los arqueólogos han descubierto objetos especialmente de cerámica que denotan la existencia de una cultura preincásica relativamente avanzada.
El Carchi en
la independencia
Los tulcaneños fueron
los primeros en la luchas por la independencia de España. Después que Quito
lanzó el grito de la independencia el 10 de agosto de 1809, más de cien
carchenses se enrolaron en las filas patriotas y en la expedición que se
organizó en Tulcán con los patriotas quiteños Manuel Zambrano y Francisco
Javier Ascázubi. Esta expedición fue derrotada por los realistas en el río
Guáitara, el 16 de Octubre del mismo año. A partir de entonces, el pueblo de
Tulcán ha sido protagonista de numerosos episodios y actos de heroísmo frente
a las fuerzas realistas. Después de la batalla de Pichincha, las tropas
españolas se replegaron hacia el norte y la población de Tulcán contribuyó a
la derrota de la caballería de Aymerich y a su rendición. El libertador Simón
Bolívar después de la batalla de Bomboná llegó a Tulcán (diciembre de 1822) y
al tener conocimiento del patriotismo de "los tulqueños" y de su
adhesión a la causa de la independencia tuvo para ellos frases de
reconocimiento y premió el espíritu de lucha de esos patriota entre los que
se destacó el presbítero Juan Agustín Argoti, oriundo de Tulcán.
Tulcán en la
historia
Su situación geográfica
y las características topográficas convierten a la ciudad en una atalaya o
centinela, razón por la cual ha sido tenida como una plaza fuerte. Numerosas
guerras y revoluciones sangrientas han tenido como escenario a esta ciudad,
especialmente en la primera etapa de la vida republicana, debido a las
campañas del General Flores. Varios refugiados políticos han pasado por ella;
entre ellos cabe citar a nuestro escritor Juan Montalvo.
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jueves, 5 de mayo de 2016
RESEÑA HISTORICA
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